Continuación...
Y llegó el martes, el día de la extracción. Nervios y tensiones matinales. Tenían que recogernos a las 11 y hubo bastante retraso (más nervios). Una vez en la clínica tocó rellenar cuestionarios (en inglés) y hablar con la doctora, una persona muy agradable y con gran parecido físico con "la mala" de 101 dálmatas.
Por cierto, conocimos en la clínica a una familia de Valdemoro. El padre tenía ELA. Espero que, dentro de lo posible, esté bien.
Alrededor de las 3 de la tarde, nos llevaron a una pequeña sala a la que todo el mundo tuvo que entrar "disfrazado" como si fuera un quirófano. Dejaron entrar a Nuria y a Javi lo que fue un alivio y una gran ayuda. Me anestesiaron en la cadera derecha, molesto pero no doloroso. Lo peor vino al empezar la extracción, normalmente no duele, eso dicen. A mí me entró un mareo y algo muy raro. Nuria me miraba, me preguntaba cosas, yo oía pero tardaba en responder. Menos mal que tras ponerme frío en la cabeza todo volvió poco a poco a la normalidad. Extrajeron 25 tubos y lo único que noté fue un pequeño calambre al cambiar cada tubo. De esos tubos aislarian las células madre para el implante del jueves.
Por lo que me contaron impresionaba mucho el aparato que usan para la extracción y la forma de usarlo. No todo el mundo puede entrar a ver eso.
Salimos a las 4 y nos llevaron a la residencia y como no habíamos comido, pues a comer que ya era hora. Y después a descansar de un día tenso...
Al día siguiente estuvimos paseando por Colonia , cerca del Rhin, comimos en una cervecería típica (muy bien por cierto) y fuimos al museo del chocolate. Nos tomamos un chocolate caliente en su cafetería con vistas al mar y compramos gran cantidad de chocolate en la tienda. Al chocolate no me puedo resistir...
Y de vuelta a la residencia que al día siguiente era el implante.
Continuará...
Hace 4 meses
1 comentario:
Raúl
Gracias por contar tu experiencia en Alemania. Estoy seguro de que esto os ha dejado muchas cosas para el recuerdo.
Espero y deseo que esta aventura de sus frutos y sobre todo que te ayude a continuar para adelante.
Estoy contigo en que hay que probar, porque si no lo haces, luego pueden surgir preguntas en tu cabeza cómo: ¿Qué hubiera pasado si...?¿Y si lo hubiera intentado?...
De este modo, tu has apostado por el ensayo de Alemania y sabes que el paso lo has dado. Si no funciona, tampoco pierdes nada. Y sin embargo, si ganas otras cosas: una experiencia nueva, ser más fuerte porque te has enfrentado a dificultades, has superado todos los obstáculos del viaje, has podido conocer un sitio nuevo, has disfrutado de una comida diferente, has puesto en manos de la ciencia tu cuerpo y quizás gracias a ti y a otros muchos en un futuro la ELA solo sea como una gripe. Etc...
Sigue intentándolo, porque se que eso te hace más fuerte.
Mañana me voy a Gijón con lo cual tal vez no pueda leerte esta semana, pero a la vuelta volveré a escribirte.
Ánimo. El Confidente
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