miércoles, 19 de agosto de 2009

PIU PIU VAMOS A VOLAR

Os voy a contar una historia surrealista que nos sucedió a principios del mes de Agosto. Algunos sé que ya la conocéis.

El día 3 de Agosto, Nuria fue al médico de cabecera. La doctora (suplente de la nuestra que está de baja maternal) le preguntó por mi estado de salud y se interesó en venir un día a verme a casa, Nuria le dijo que de acuerdo y esa misma tarde llamó para pasarse y así lo hizo. Hasta aquí todo normal e incluso muy positivo.

Llegó a casa sobre las 20:30 de la tarde, me estuvo examinando y hablamos sobre la bronquitis que tenía y mi estado de salud en general. El problema empezó justo cuando se iba a ir, comenzó a tambalearse y parecía que iba a caer. Nuria intentó sujetarla y sentarla, y mientras le preguntábamos qué le pasaba. No reaccionaba, tenía la mirada perdida, y empezaba a hacer gestos raros con la boca. De pronto, se sentó en el suelo se quitó los zapatos y sorpresá lo que salió por su boca era "piu piu piu vamos a volar" mientras al mismo tiempo movia los brazos. Nosotros le preguntábamos qué le ocurría y nada, ella se puso en pie y seguía con lo mismo, y trataba de acercarse a mi, intentaba agarrarme. Viendo que la doctora parecía que se le había ido la cabeza, Nuria trató de sacarla de casa y no se cómo lo hizo (porque le sacaba dos cabezas) pero la sacó fuera. Y claro su bolso, y los zapatos quedaron dentro.

Seguidamente llamamos al 112 para pedir ayuda, y ella mientras no hacía otra cosa que pulsar el timbre con insistencia. Nuria miraba por la mirilla y estaba de pie, mirándo fijamente como ida.

Nuria no hacía otra cosa que llamar al 112, le pasaban de una persona a otra, contando siempre la misma historia. Parecía que nos estabamos inventando todo, pero no era así. La doctora mientras, seguía quemando el timbre. Nuria optó por pedir otra ayuda, y llamó a una compi de mi trabajo que vive cerca, que también se llama Nuria y también llamó a nuestro amigo Álvaro (que es abogado). No quisimos llamar a los padres de Nuria por no asustarles. El tiempo que trascurrió desde estas llamadas hasta que llegó la policía, el SUMA y nuestros amigos, se hizo eterno. La doctora no paraba de pulsar el timbre, y de pronto sonó el telefonillo y Nuria dijo, por fin, ya llega la ayuda, pero no, era la doctora que decía: "Nuria abre soy Gloria quiero hablar contigo" . Era la doctora, con voz de ultratumba, y entonces Nuria aprovechó y sacó a la puerta de casa su bolso y los zapatos. Y cinco minutos después llegó la caballería al completo (policía, enfermeras de Raúl, SUMA, amigos), pero ella ya no estaba.

Relatamos a todos lo ocurrido, y nadie daba crédito a lo que contábamos. La policía nos pidió datos físicos de la doctora y bueno nos dijeron que podíamos poner una denuncia, aunque nuestro amigo Álvaro nos dijo que al no haber habido agresión que no serviría de mucho. Nuria decía, pero "yo sí me he sentido agredida". Las enfermeras por su parte, nos calmaron, trataron de contactar con el centro de salud para informar, y al día siguiente hicieron un escrito para denunciar la situación, incluso han estado muy pendientes de nosotros posteriormente. El SUMA sinceramente no nos dió el mejor trato, si se preocuparon de mi, pero de Nuria que tenía una ansiedad tremenda ni les interesó. Y los amigos nos apoyaron, ayudando a superar el mal trago.

Al día siguiente Nuria puso una reclamación en el Centro de Salud y días más tarde nos enteramos de que la doctora seguía pasando consulta como si nada. Ahora nos hemos enterado de que ya no está en este centro, porque al volver de vacaciones, ibamos a cambiarnos de médico, pero al parecer las reclamaciones han servido para algo y ya no hace falta. Sobre todo lo que parece haber hecho más efecto, ha sido la reclamación puesta por todas las enfermeras del Centro de Salud.

Lo que esperamos es que no hayan cambiado a la doctora a otro Centro de Salud donde pueda hacer lo mismo, si no que sea puesta en tratamiento y alejada del trato con los pacientes. Ojalá la doctora encuentre un trabajo donde su labor no conlleve un peligro para los demás.

Queremos agradecer la rápida ayuda recibida por las enfermeras y los amigos. Saber que tienes gente cerca a la que puedes recurrir cuando se da una situación crítica, da mucha tranquilidad y satisfacción. Gracias a todos por estar ahí en los momentos duros, espero no volver a oír el "pio pio a no ser que sea de un pájaro"

4 comentarios:

Carmen dijo...

Vaya,tengo que reconocer que me ha salido unas risas sobre esta situación tan extraña pero me pongo en esa situación y seguro me hubiera entrado de todo tipo de nervios,espero que por Dios no pongan a esa doctora con trato directo a pacientes y menos aún que sean niños que horror.

Un abrazo a los dos

Anónimo dijo...

Yo solo puedo decir que menos mal que nos fuímos de vacaciones, porque yo estaba que me subía por las paredes después del susto.

También comentar que me parece fatal que los del SUMA no se preocuparan en ningún momento por mi. Estoy segura de que no creyeron nuestra historia. Y una vez más gracias a los amigos, y al resto de la comitiva por apoyarnos. A las enfermeras de verdad muchas gracias por haber hecho el escrito y por implicarse tanto.

Bsos. Nuri

ana maria paradis dijo...

Nuria no se si entiendo lo que estoy leyendo , pero es que era una doctora de verdad madre mia y de que centro siquiatrico salio jajajajaja, vale mas cojerselo en risa petonets a los 2...

jrrof dijo...

ei! Parece el relato extraído de un sueño, parece irreal, poco terrenal diríamos, "el pio pio angelical de una doctora terrenal" abrazos Josep