Hoy he vuelto a darme una vuelta con mi platisilla por la casa de mis amigos Raúl y Nuria, y encontré a ésta muy cansada. Se que detrás de esa fuerza, de ese sentido del humor, de sonreir siempre, de intentar animar a Raúl, hay una persona que trabaja las 24 horas del día. Y eso tiene diversas consecuencias.
Si, así es la vida del cuidador. Dormir no es algo que practique mucho, de 3 a 4 horas, pendiente de las necesidades de la persona que tiene al lado. Al cuidador da igual si le duele la espalda, si está con fiebre o si simplemente no tiene ganas de hacer nada, sabe que cada día ha de levantarse y ponerse las pilas con la persona que tiene al lado y consigo mismo.
Si el cuidador, el gran desconocido, el que parece que está pero no está. El enfermo es el que más sufre, pero el cuidador no tiene ni un minuto para él en muchas ocasiones, vive para y por todo lo que le suceda a la persona que necesita más ayuda. Ha de estar en todo, y sabe que no puede permitirse errores, porque tiene que atender a una persona, no a una cosa.
Como decía el cuidador trabaja 24 horas, por la noche con lo que toque (cambiar de posición al enfermo, asistirle si tiene que ir al baño, darle masajes si le duele algo, arropar y desarropar, poner termometro, dar medicación, etc...) y por el día ocuparse del aseo de la persona dependiente (ducha, afeitado, masajes, vestido...), comidas, visitas al baño, cambios posturales, estar pendiente de citas de médicos, fisios, terapeutas, u otros papeleos (petición de ayudas, gestión temas coche adaptado, gestión temas de obras adaptación casa...)
Y además sacar adelante un trabajo fuera de casa. En el caso de Nuria tiene la ayuda de Juan un cuidador que buscaron para que les echara una mano, mientras ella va a su trabajo habitual. Pero Juan los fines de semana no está, y tampoco por las noches. De modo que Nuria nunca descansa, se ducha en 5 minutos y ya, eso es lo que se cuida. Eso es lo que puede cuidarse. Los padres de Nuria echan una mano en lo que pueden, porque como dicen mis amigos, no quieren que hagan más de lo que hacen, ya que necesitan su propio espacio. Y también tienen amigos dando el apoyo que pueden, solo con el hecho de ir a ver a Raúl, de llamarle, de sacarle por ahí, de hacerle reír, de tratarle como siempre, no saben cuánto ayudan.
Yo como amigo interplanetario, puedo decir que en COSMONITA, mi planeta, los cuidadores tienen mucho apoyo. Yo por ejemplo como perdí las piernas al estrellarme con una motonave contra Venus, pues desde los 1010 años tengo varios cuidadores dandome apoyo, y además un amigo electrónico que me asiste en las tareas pesadas. Es una ventaja tener Robots porque a nosotros los que tenemos problemas para movernos nos facilita mucho la vida, pero también a nuestros cuidadores. Mi amigo metálico se llama LACTICO METALICO, y carga conmigo cuando tengo que expulsar líquidos, o cuando tengo que aspirarme para desinfectarme (si porque en Cosmonita nos aspiramos, ya que hace tiempo que no tenemos agua y por eso ya no nos duchamos), o cuando tengo que trasladarme de mi platisilla a mi platicamilla, etc... Y mis otros cuiadores son los que me dan cariño, los que me ayudan en las otras tareas, por ejemplo para acompañarme a ver a Raúl y a Nuria.
Quería contaros esto, porque creo que sería positivo que en vuestra sociedad, hubiera ayudas efectivas para estos cuidadores, los que están al pie del cañón, que luchan cada día, que van a por todas, que intentan que cada día sea lo más placentero, que tratan de disfrutar de lo que tienen y de lo que les rodea a pesar de las circunstancias y que no se ahogan en problemas absurdos, que no pierden el tiempo con lamentos, que se exigen al máximo, que tratan de sacar lo mejor de si mismos para con los demás, que buscan siempre el modo de que los que necesitamos ayuda, podamos hacer planes de salir por ahí, de tener vacaciones, de seguir en contacto con amigos, etc...
Y desde aquí decirles a NURIA y a Raúl que mucho ánimo y que me alegro de tenerles como amigos. Nuria ¡¡ tu vales mucho nena !! ¡¡ venga a por todas !!
P.d.: Gracias a mis cuidadores Casiolea, Hercupluto, y por supuesto a mi incansable amigo Láctico Metálico, por todo lo que hacen por mi cada día.