
Como ya os avancé hace unos días os iba a colgar fotografías de nuestras vacaciones. Y aquí están. Últimamente no me encuentro bien, la saliva, algo de fiebre, la mandíbula, mi cuello, y que no termino de estar cómodo en la silla. Si a eso le añadimos que estoy más enganchado al respirador porque me agoto, pues no me queda tiempo para contaros cosas, pero prometo recuperarme y seguir con mi relato.
De momento y como aperitivo os dejo las fotos prometidas, aunque no las más
comprometidas,
jajaj.
Lo primero y antes de entrar en el agua es cubrir y proteger la sonda de tal forma que no se moje, o por lo menos que no le entre nada que pueda llegar obstruirla. Como mi sonda es corta, por un lado
cubríamos la entrada a la piel con un parche o gasa, y encima se ponía un parche impermeable (bueno poníamos dos para más seguridad. Y en el extremo de la sonda, Nuria lo que hacía era envolverla con una bolsa de plástico, y luego ponerle esparadrapo para no se mojase.

El siguiente paso era pasar de mi silla a la silla anfibia y aquí tenéis una foto del proceso. Para el traslado Nuria primero me cogía de mi silla y me sentaba en la otra, y luego entre
Javi y ella me cogían a la silla la reina y me encajaban bien, para que pudiera estar más cómodo. Y por supuesto tenían que estar ayudando otras dos personas más, que normalmente eran los dos
socorristas que te ayudan a entrar en el agua.

Cuando ya estás bien sentado ¡ AL AGUA PATOS !. Y ahí
íbamos unos cuantos de camino al mar.
Me bañé casi todos los días, menos los dos primeros días que no salí del hotel porque me estaba
aclimantando y otro día que hubo levante y que no estaba el agua para "bombones",
jiji.

Y por supuesto no podía faltar la buena gente, si esa que ha intentado hacerme un hueco este verano. Gracias por compartir vuestro tiempo conmigo y con Nuria.
Solo añadir que para pasar de la silla anfibia a mi silla,
Javi me cogía y me trasladaba y mientras Nuria me subía el bañador. Y también ayudando estaban los
socorristas de esta playa adaptada, de la cual hablaré otro día. De momento agradecerle

s que un año más la hayan mantenido, porque así muchas personas como yo hemos podido disfrutar del mar, como el resto de los mortales.