sábado, 5 de diciembre de 2009

Con 92 años y mucho que aportar, a por el CONCURSO

Hoy quiero dedicar esta entrada a la abuela de una compi de trabajo de Nuria. Gracias a Paula por compartir esta historia con nosotros. Felicidades a su abuela a Mari Paz por ser como es y por demostrar que con 92 años tiene mucho que enseñar a los más jovenes. Esta mujer si que es una heroina. Esperamos que gane el concurso y que siga disfrutando de la lectura y de transmitir sus vivencias.

¡¡¡ Felicidades Mari Paz, eres una gran mujer !!!



Mari Paz Viadaurreta, jubilada -- Aquí está la historia y una foto, pero debajo incluimos el artículo entero: http://www.getafecapital.com/index.php?option=com_content&task=view&id=4314&Itemid=10041


Mari Paz Viadaurreta, con 92 años, participa en un concurso de periodismo.

Mari Paz Vidaurreta tiene 92 años y un sueño: comer con sus hijos, nietos y bisnietos en un “buen hotel”, que puede hacerse realidad gracias a su afición por la lectura y la escritura. A través de las terapeutas ocupacionales de la residencia en la que vive desde hace dos años, Adavir, en Arroyo Culebro, participó en el concurso intergeneracional Tienes una historia que contar, en el que alumnos de Periodismo de la Universidad Carlos III escribían las historias orales que los mayores de 65 años les trasmitían. Ella habló de lo que mejor conoce, de su vida, desde que era niña hasta que ha visto nacer a sus dos bisnietos. Su historia gustó a los encargados del concurso, la Fundación Vivir y Convivir de la Obra Social de Caixa Catalunya, y espera que el suyo sea uno de los cinco relatos ganadores. Mientras habla en la entrevista, señala un montón de libros que está leyendo, como Por quién doblan las campanas, de Hemingway.

Pero esta mujer no es solo una gran lectora, también escribe. “Mi letra no es muy bonita, pero tengo una muy buena ortografía”. Pasados los 90 años emprendió una actividad que le ocupa las tardes: escribir sus memorias. Ya ha concluido la primera parte, pero aún tiene mucho que contar, por lo que no descarta un segundo capítulo. Aprendió a leer gracias a su madre, que no sabía ni escribir, “pero sí conocía la cartilla, y fue la que me enseñó las letras”. A los 11 años dejó el colegio porque l“me pusieron a trabajar”. Era la mayor de los hermanos, y recuerda cómo la mandaban hacer la cama “y me regañaban porque tardaba mucho, y es que me había sentado a leer”.


Recuerdos de la Guerra Civil


Sus recuerdos más frescos se sitúan en la Guerra Civil. Tuvo que coger a su hija la mayor en brazos, Araceli, que acompaña a su madre en la habitación, y huir de su casa cuando cayó la primera bomba en Madrid, en Puente de Vallecas. “Buscaba un refugio y lo encontré en casa de unos fascistas que huyeron. Compartía la cocina que otra familia, pero también tuvimos que huir de allí”. Su marido era de los primeros que fundaron la Unión General de Trabajadores (UGT) y ante la falta de comida en la capital, decidieron marcharse. “Pasamos dos días en el hall del Palacio de Bellas Artes hasta que partimos hacia Valencia en autobús, con las luces apagadas y de noche, para no ser interceptados”. Su siguiente parada fue Lérida. “Íbamos muchos en el tren, que era de vía estrecha, y nos iban repartiendo por los pueblos”, recuerda. Al llegar al destino, Termens, “nos llevaron a la casa del sastre y aunque la habitación estaba muy limpia, en mi vida he pasado tanto frío como esa noche”.


Cena familiar de lujo


Dice que es atea porque estudió en un colegio de monjas “y vi cosas que no me gustaron”. De ascendencia vasca, “mi abuelo fue alcalde de Logroño”, su padre era tipógrafo, “un hombre muy culto”, y sus tíos abogados y procuradores. Su madre, sin embargo, trabajaba como cocinera en la casa de unos marqueses, “y nos bajaba la cena a escondidas con un cordel”. Estos y otros muchos recuerdos son los que contó a Beatriz —la alumna de la Carlos III que participó en la iniciativa— y con ellos espera ganar el concurso con el que podría cumplir el sueño de su vida, siempre que no exceda de los 20.000 euros. Ella se conforma con una cena familiar, eso sí, en un restaurante de lujo para ponerse sus mejores galas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Raúl

Gracias por contarnos esta historia. Me ha gustado mucho y para un elático como yo, hace que piense que siempre hay cosas que podemos hacer.

Yo también quiero felicitar a Mari Paz y creo como tu que es una gran mujer.

Por cierto, pensando en lo que preguntabas hace días sobre la traqueotomía si o no. Yo te puedo contar que desde que me diagnosticaron la enfermedad, lo que hice fue lo siguiente: testamento, hice la donación de mi piso a mi mujer para que no tuviera problemas si yo fallezco, el poder notarial para que ella lo tuviera, y el testamento vital lo hice hace poco. He decidido no hacerme traqueo, pero como es algo que puedo cambiar cuando quiera, si cambio de opinión pues lo haré. Hay otras cosas que puse en el testamento vital, pero son tantas cosas que no me acuerdo.

Toma la decisión que creas, lo importante es que sea tu decisión y no la de nadie más.

Vuelvo a repetirte que gracias por compartir estas historias y gracias por difundir la enfermedad, no sabes cuanto ayudas a la gente con ELA.

Un saludo afectuoso. Jose

Anónimo dijo...

QUERIDO RAUL

ME HA GUSTADO MUCHO LA HISTORIA DE MARI PAZ. PARA UNA ELADIA COMO YO ES UN EJEMPLO A SEGUIR.

ESPERO QUE GANE EL CONCURSO.

SIEMPRE ES GRATIFICANTE LEERTE, PORQUE SIEMPRE APORTAS DISTINTAS REALIDADES, QUE AYUDAN AL DIA A DIA.

UN ABRAZO DE MARIA DE LOGROÑO

olatz dijo...

Hola guapo

Toda la suerte para maripaz.hay personas y vidas que hacen mejores las vidas de los demás, como la d ella y la tuya.besos

Pilo dijo...

Ole por Mari Paz! la edad no es signo de "stop-es" en la vida. Me gusta la gente así, que no se detiene...
Raúl, estoy de acuerdo con Jose, maría y Olaz...ERes una persona que nos ayudas a todos, que siempre tienes atención para con los demás, que estás pendiente de cuanto pasa a tu alrededor, y de que unas palabras sepan llegar al corazón de quien te lee. Es un gustazo estar AQUI.
GRACIAS RAUL, AHORA Y SIEMPRE

Mercedes dijo...

Gracias por haber dedicado tu comentario a mi madre, Mari Paz. Algunas veces le flaquean los ánimos, pero ahí sigue.
Mucha fuerza y un besazo para todos.
¡Ánimo!!!