En mi escrito "RESPETO" mencioné un artículo escrito por MIGUEL ABAD en el que me mencionaba. Alguno de vosotros, comentabáis que no lo podiáis abrir, bien pues aquí os dejo el texto que también podéis ver en el siguiente enlace: http://cartasdealoysius.blogspot.com/
En estos tiempos de tribulaciones institucionales dentro del Real Madrid, más de una vez he sentido la tentación de manifestarme públicamente en contra de algunos filibusteros y arrogantes pandilleros. Pienso, además, que tamaña diatriba tendría perfecta cabida en esta sección, donde cada semana reflexionamos sobre la salud y la enfermedad. Sostiene Aloysius que la soberbia, la indolencia y el cinismo son patologías del espítiru, subsidiarias de una cura tan diligente como unas agujetas o un dolor de muelas. Y aunque el título de hoy despiste, tampoco voy a referirme al capitán de la desarbolada nave blanca.Sin embargo, voy a contarles una historia deportiva que tal vez alguno conozca ya. Había una vez un deportista modélico dentro y fuera de las canchas, tan querido y admirado por la afición que siempre lo ensalzaba como modelo a seguir por la juventud. Se llamaba Lou Gehrig, y durante la década de los años 30, fue la estrella del mítico equipo de beisbol de los Yankees de Nueva York. Una tarde, mientras entrenaba, notó que perdía fuerza en sus extremidades, que los objetos se le caían fácilmente de las manos y que de su cuerpo se iban adueñando la torpeza y la descoordinación. Padecía una grave enfermedad neurodegenerativa llamada Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), que puso fin a su brillante carrera deportiva. Desde entonces, esta patología pasó también a denominarse “enfermedad de Lou Gehrig”.A día de hoy, su causa todavía no ha sido encontrada, y consiguientemente tampoco existe un tratamiento efectivo para la misma. En cierta manera, continúa siendo una patología misteriosa. Retomando los denostados senderos balompédicos, sólo en Italia han fallecido más de 40 futbolistas en las últimas décadas afectados por esta enfermedad. El último damnificado es Stefano Borgonovo, aquel correoso ariete que compartió la gloria y el triunfo haciendo pareja con el mítico Marco Van Basten, en la delantera del todopoderoso Milan FC.Estoy orgulloso de ser colaborador de AODEM, la Asociación Ourensana de Esclerosis Múltiple, ELA, Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas. Comparto sus anhelos y sus reivindicaciones. Y así, buscando información sobre estos ingratos trastornos, me encontré con un magnífico blog.
Lo mantiene vivo Raúl Miranda, un joven madrileño afectado por ELA. Su objetivo es encomiable: contar en primera persona su lucha contra la enfermedad. Se titula “Ya no puedo pero… ¡AÚN PUEDO!” y, si me lo permiten, les recomiendo encarecidamente su visita. Está en:
http://yanopuedoperoaunpuedo.blogspot.com/
Tal vez su lectura pueda hacernos un poco mejores.
Hace 4 meses
2 comentarios:
Hola Raul.
Muchas gracias por la rapidez con la que nos has facilitado la lectura del artículo de M. Abad
Es verdad lo que él dice. Tus reflexiones en voz alta (más bien, tus escritos en pantallla), nos hacen madurar toda clase de interrogantes que sin tí, seguramente, ni nos pasarian por la cabeza.
Muchas gracias por compartir tantas cosas con nosotros.
Un abrazo Raul.
M. Angeles
Tal como decimos aquí en Andalucía Ole Raúl!!Muchas gracias por tus escritos son fantásticos,haces mucho bien a los demás.
Un abrazo
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